Querido mundo:
Has conseguido que sea más importante la apariencia y el orgullo de uno mismo que lo que es y puede llegar a ser. Has conseguido que perdamos esa forma de hablar delicadamente. Has permitido que estemos rivalizados unos con otros por tener distintos pensamientos. Has hecho que perdamos la magia de cada momento y que ganemos en miedo a lo desconocido y a ser diferentes. Has permitido que temamos a expresarnos y decir lo que sentimos. Has hecho que olvidemos lo que verdaderamente tiene valor. Querido mundo, has hecho que perdamos nuestra sonrisa.
Pero a ti mundo, también te doy las gracias. Te agradezco todas las veces que he caído porque ahora sé que puedo levantarme; todas las noches que pasé llorando porque a la mañana siguiente supe apreciar cada sonrisa que se dibujaba en mi cara. Gracias por haberme hecho perder aquellas cosas que hoy sé que eran lo mejor que pude haber tenido. Gracias por hacerme creer ilusiones porque así descubrí la verdad. Gracias por todos los errores que he cometido porque detrás de cada uno hay algo que me ha hecho más fuerte. Gracias por todo, pero seguiré soñando mi vida y lucharé por hacer mis sueños realidad.
Puede que me haya empeñado en encontrar la felicidad, pero cuando menos me lo espere ella me encontrará a mi. Y es que por mucho que lo desee, el pasado nadie lo puede recuperar, ya solo importa el ahora y lo tenga que llegar.

No hay comentarios:
Publicar un comentario