sábado, 29 de septiembre de 2012

Bastan segundos y todo cambia.

Cada segundo que pasa puedes estar más cerca de una persona o alejarte por siempre de ella. Pasan y pasan los segundos como si se pudieran recuperar a la exigencia de uno.

Sin avisar todo cambia. Sabes que lo tienes todo, pero nada te hace feliz. La vida se derrumba ante tus pies, intentas mirarte en el espejo y sonreír, pero simplemente no eres capaz de hacerlo. 

Los sabios dicen que cuando algo va mal, lo único que puedes hacer es pasar página y comenzar un nuevo capitulo, que de los errores se aprende y que hay infinitos motivos para sonreír. Dicen que ningún recuerdo del pasado debe mandar sobre el presente. Pero no dicen que sea fácil. 

Cuando dos caminos convergen, dos personas caminan de la mano. Juntas disfrutan de buenos momentos y, juntas aprenden a superar los malos. Sus vidas cambian y ambos son felices. Todo parece fácil hasta que esos caminos que sin razón un día se unieron, se separan sin motivo alguno. Ambos corazones dejan de ser uno y pasan a ser lágrimas solitarias que surgen en las noches desiertas. Desde el otro lado ves a la otra persona como crece y continúa con su vida, como en su camino coincide con más personas que te sustituyen. Mientras, tu camino parece ir hacia abajo. La sombra del recuerdo te acompaña a donde vayas. Intentas olvidar buscando otros corazones a los que amar, pero ninguno llena tus manos vacías como lo hizo su alma. Quieres gritarle al mundo lo que sientes y decirle la verdad, pero solo consigues quedarte quieto mirando como la lluvia cae sobre los cristales de la habitación en la que estas llorando por alguien que te olvidó.

Siento admiración por todos aquellos que caéis y seguís adelante. Pero no dudéis que yo llegaré a hacerlo.




martes, 11 de septiembre de 2012

Nada separa el tiempo



Hacía ya mucho tiempo. No se habían visto desde entonces, pero ninguno de los dos lo había olvidado. Creían haber terminado, pero no sabían que era un nuevo principio.
Había mucha gente en la fiesta. Pero allí estaban ellos, separados por la distancia y unidos por el recuerdo. Ambos miraban al otro sin saber que, cuando dejaban de hacerlo, el otro le miraba. Ella bajaba la vista cuando lo veía, mientras tragaba saliva y las ganas de hablar con él. Él, perdía los ojos en el suelo pensando que no tenía remedio. Fingían haberlo olvidado, pero, para ellos, el recuerdo de los momentos vividos juntos eran los que noche tras noche les quitaban el sueño.
Pasaron las horas. Ella estaba con sus amigas. Reía, disfrutaba, pero por dentro prefería estar sola. Él, hablaba con la gente de allí. Todos tan geniales pero tan indiferentes.
La música había estado sonando toda la tarde, pero ninguna canción había provocado su atención hasta esta. Era la canción con la que se identificaban, con la que un día se enamoraron y con la que en ocasiones lloraban al escucharla. Era su canción. Tal vez casualidad, quizás el destino, pero no podían dejarlo pasar.
Con los ojos desesperados empezaron a mirar en todas direcciones con la ilusión de poder encontrar la mirada del otro y, lo hicieron. Habían reaccionado de la misma manera al escuchar la canción. Ambos tenían miedo, pero hicieron lo que sentían. Sin apartar la vista del otro, fueron hasta el centro del patio al encuentro del otro. Estaban rodeados de gente pero solo tenían ojos para la persona que estaba ante ellos.
Estaban frente a frente y ocurrió. Sonrieron. Ella se dispuso a hablar, pero solo fue un intento, ya que el chico la rodeó con sus brazos y la interrumpió juntando sus labios a los suyos y besándola. La adrenalina surgió de repente en el cuerpo de la chica, pero intuitivamente cerró los ojos y perdió el miedo. Poco a poco lo olvidaron todo y aquel miedo se convirtió en el placer de tener al otro. Había sido una prueba del amor que no habían podido olvidar.


Tal vez esto solo sea una simple historia más de chico conoce a chica. Tal vez al final todo se terminará. Pero tal vez, y solo tal vez, la típica historia de chico conoce a chica sea la historia de un amor sin final.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Here's to World

Querido mundo:
Has conseguido que sea más importante la apariencia y el orgullo de uno mismo que lo que es y puede llegar a ser. Has conseguido que perdamos esa forma de hablar delicadamente. Has permitido que estemos rivalizados unos con otros por tener distintos pensamientos. Has hecho que perdamos la magia de cada momento y que ganemos en  miedo a lo desconocido y a ser diferentes. Has permitido que temamos a expresarnos y decir lo que sentimos. Has hecho que olvidemos lo que verdaderamente tiene valor. Querido mundo, has hecho que perdamos nuestra sonrisa. 
Pero a ti mundo, también te doy las gracias. Te agradezco todas las veces que he caído porque ahora sé que puedo levantarme; todas las noches que pasé llorando porque a la mañana siguiente supe apreciar cada sonrisa que se dibujaba en mi cara. Gracias por haberme hecho perder aquellas cosas que hoy sé que eran lo mejor que pude haber tenido. Gracias por hacerme creer ilusiones porque así descubrí la verdad. Gracias por todos los errores que he cometido porque detrás de cada uno hay algo que me ha hecho más fuerte. Gracias por todo, pero seguiré soñando mi vida y lucharé por hacer mis sueños realidad. 
Puede que me haya empeñado en encontrar la felicidad, pero cuando menos me lo espere ella me encontrará a mi. Y es que por mucho que lo desee, el pasado nadie lo puede recuperar, ya solo importa el ahora y lo tenga que llegar.