Hay días en los que no te apetece sonreír, y menos hacer reír a alguien. En que solo ves la vida desde un punto de vista negativo.
Y es que te paras a mirar tu vida y te das cuenta de que no tiene sentido. Miras a la gente que te rodea y, la mayoría son unos falsos.
Quiero salir de mi casa, caminar hacia ningún sitio sin importarme cuando volver. Gritar por la calle, cantar la primera canción que tenga en la cabeza, liarla, sin pensar en lo que la gente pueda decir de mi o mi aspecto, porque es el mío y es lo que hay.
Quiero aprender a volar, y poder recorrerme el mundo entero. Reírme de la vida hasta tal punto que me caigan lágrimas por la cara. Coger pintura y empezar a pintar mi habitación, nadar en el océano, esquiar en grandes montañas, tener adrenalina por un instante, reir hasta el momento en el que ya no puedes respirar, en el que te duele la barriga, pero no puedes dejar de reír, el momento en el que pasas a llorar de felicidad.
Quiero que vengas y te sientes a mi lado, que me digas un te quiero sincero, que me rodees con tus brazos porque hace frio, y que poco a poco nos enamoremos.
Quiero ser feliz, Quiero vivir la vida.
Quiero ser yo.
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